La ponencia comparte la experiencia artística llevada adelante en un barrio periférico de la ciudad de La Plata. En un inicio, el trabajo formó parte de la tesis doctoral en dramaturgia de la recepción para luego trascender los límites de lo académico y transformarse en una obra de arte consolidada en el corazón de Villa Elvira. El trabajo articula conceptos tales como identidad, cultura popular, recepción, versión y apropiación. Además, la obra se transformó en una experiencia multimedia que contempla la publicación de un libro y la realización de un documental a realizarse próximamente. Jamlet de Villa Elvira rescata las potencias de las producciones artísticas en los márgenes, en las periferias. También evidencia el carácter transformador del teatro y su posible devenir como herramienta para modificar las realidades de los actores sociales que participan de ella. Por último, el trabajo nacido a partir del clásico shakesperiano se proyecta hacia el futuro con la conformación del Grupo de teatro Oriyero, colectivo artístico que cuenta con un nuevo trabajo a realizarse en el 2022: “Romeo (Santos) y Julieta (del Palihue)”.

Video: Jamlet de Villa Elvira, escrita y dirigida por Blas Arrese Igor.
Con Norma Camiña, Maju Cartaman, Giuliana Ojeda, Marcelo Perona, Pedro Rodríguez.

Con este trabajo buscamos analizar la película Bacurau (2019) de Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, dentro del contexto geográfico en el que se desarrolla su narrativa. También intentamos examinar su memoria e identidad con parámetros sociales y políticos de la región Nordeste de Brasil, desde una perspectiva histórica. Queremos señalar los temas que se plantean en la película, como las diferencias culturales y el regionalismo brasileño, ya que creemos que estas diferencias son una reminiscencia del colonialismo y se derivan de un sistema de poder estructurado en el racismo. Por lo tanto, escudriñaremos la construcción de la memoria colectiva en Bacurau y su olvido, relativo a la región del sudeste de Brasil, ya que la película plantea cuestiones sobre la significación del sujeto “nativo” subyugado por la retención del poder y valoración del “ forastero blanco ”. Mostraremos que esta relación está marcada por un estigma desde el punto de vista del opresor y lo significativo que es rescatar la memoria de los “nativos” para lograr una máxima en el desenlace del guión cinematográfico, como el museo del pueblo se convierte en la referencia de la defensa a los ataques de los invasores extranjeros. Por fin, nos acercaremos a la construcción de las personajes y sus identidades.

Bailarines toda la Vida, es el primer elenco de Danza Comunitaria abierto a la Comunidad. Se inició desde la Extensión Universitaria del Departamento de Artes del Movimiento UNA. Es un proyecto de innovación pedagógica, artístico y social que nos llevó a interrogarnos y a pensar de manera colectiva la práctica artística, su pedagogía y su ejercicio como Derecho Social. En DC, el elenco tiene la particularidad de ser muy numeroso, con o sin asistencia regular (abierto y móvil), lo cual nos lleva a la realidad de crear desde lo colectivo; se instala un nuevo concepto en danza y una nueva metodología: creación colectiva. Hermana del Teatro Comunitario y desde las herramientas de la Expresión Corporal Danza, comienza en el año 2002 en un marco histórico político singular: la crisis del 2001 en Argentina, momento en el que la violencia de estado privaba a los obreros de su derecho al trabajo, y desde entonces, se sostuvo en espacio no convencional. En el quehacer de la Danza Comunitaria, la creación colectiva de obra reconocida como “bien común” dinamiza los procesos de subjetividad desde el entramado con los otros cuando se fomentan valores de solidaridad y compromiso social. Entiende el arte, como una herramienta fundamental para el desarrollo social, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad. Los procesos de creación colectiva de obra se realizan desde una nueva metodología en la que se dinamizan valores de solidaridad y responsabilidad social y considera la obra artística como un bien común.

Somos un grupo de mujeres que desde hace muchos años venimos trabajando con la Metodología de Teatro del Oprimido como una herramienta de lucha contra todo tipo de opresión contra la mujer en contexto de encierro, en el barrio, en la escuela. El arte es un derecho y como decía Augusto Boal, “Todos podemos actuar, incluso los actores”. Generamos espacios democráticos, donde todas tenemos las mismas posibilidades de crear, jugar, actuar y debatir distintas injusticias que vivimos en nuestro cotidiano. Poder ensayar arriba del escenario posibles alternativas de cambios, para luego llevarlo a nuestra vida y así lograr un mundo más justo, más igualitario donde vivir.